lunes, 23 de mayo de 2016

El arte de competir


 Desde la antigüedad, el cuerpo humano siempre ha sido un tema de belleza, de poder, de ser el más fuerte, de llegar más allá, de llegar más lejos, etc. Todo esto para ser impreso en un dibujo, figuras, pinturas y hasta en esculturas. Estos artistas buscaban la perfección y los detalles en sus obras, ya que esto significaba su sello auténtico.
    El cuerpo de muchos hombres llegaba a ser inmortalizados en estas obras. Muchos de ellos fueron gladiadores y hasta algunos los consideraron como dioses por sus espectaculares cuerpos y por ser vencedores de múltiples guerras.
    El fisiculturismo tiene sus primeras manifestaciones en figuras de vasos griegos; al parecer, ya se usaban pesos de manos (a modo de lastre) para realizar saltos o ejercicios con el fin de aumentar la fuerza y longitud del salto.
    Según López et al. (2010), se remonta a la época de la Antigua Grecia y Roma donde los atletas entrenaban con peso y resistencia, para después competir en los Juegos Olímpicos o batirse en la arena como gladiadores del gran coliseo romano.
    En este entonces, el fisicoculturismo se trataba de comportamientos dirigidos fundamentalmente al desarrollo de la fuerza o de su tamaño con el objetivo de la supervivencia como clara finalidad, o bien como ritos religiosos en festividades concretas.
    Al igual que un escultura, el fisicoculturista debe ser: preparado, moldeado, esculpido, pulido, perfeccionado, detallado, etc. En gran medida, debe ser una obra diferente y única para tener una autenticidad.
    Aunque el cuerpo humano conlleva las mismas extremidades, músculos, articulaciones, etc.; la diferencia será el escultor que está detrás del cuerpo moldeado, que lo haya hecho con sus detalles únicos, marcando así su “firma” en el cuerpo del atleta.
    El culturismo busca más allá que un buen físico; busca perfección. Al igual que el artista en su debida obra; los entrenadores y competidores lo hacen trabajando con: el tamaño muscular (hipertrofia), definición muscular, simetría de los músculos, detalles musculares, entre otras cosas.
    Estos atletas personificaban el equilibrio físico según los artistas y filósofos de la época, quienes afirmaban que la perfección física era lo más semejante a un dios.

1 comentario:

  1. okey compañero entiendo que es una competicion pero tienes que saber que Si estás compitiendo en alguna categoría de fisicoculturismo o fitness, no sólo tu masa muscular, densidad y definición te harán ser el ganador, sino la forma en que la sepas mostrar. Hay atletas que poseen cuerpos maravillosos, pero son torpes a la hora de exhibirlos y no pueden ocupar los primeros lugares. Para que esto no te ocurra a ti, atiende nuestros siguientes consejos:

    1) Contrata a un atleta con experiencia como guía:

    Esta es la inversión más importante que harás al enfrentar una competencia. Una persona con experiencia conocerá el criterio de los jueces, los errores a evitar, las poses obligatorias y las optativas que son preferidas por los jurados; en fin, una serie de trucos y secretos que hacen la gran diferencia. Y lo más importante: sabe el mecanismo de las poses. No da lo mismo exhibir tus dorsales de un modo u otro, debes aprender a hacerlo de la manera correcta, y que esa manera sirva para que se vean más definidos y desarrollados.
    2) Contrata a un coreógrafo:

    A los hombres el oficio de coreógrafo les parece, a veces, poco varonil, pero te equivocas si piensas que un profesional de la danza no puede ayudarte en tu preparación para la competencia. No puedes sencillamente salir al escenario, caminar, posar e irte. Debes posar al ritmo de alguna canción. No es que debas bailar, sino moverte con gracia al ritmo de la música que hayas elegido. Un coreógrafo hará que tus movimientos se vean naturales y gráciles, sin que pierdas masculinidad, en el que caso de que seas hombre.

    3) Escoge tu rutina:

    La rutina de poses individuales se realiza con música, lo cual te obligará a escoger uan canción que vaya bien con tus movimientos, y una rutina para exhibirla. Deja que tu coreógrafo te vea en acción para que te ayude a elegir la que mpas se adecue a tu tipo de cuerpo y a tu capacidad natural de movimiento. No pruebes sólo con una, ensaya varias y quédate con la mejor.

    4) Practica tu rutina una y mil veces:

    Una rutina de poses debe aprenderse de modo que al ser llevada a cabo parezca natural, nunca forzada, sin errores ni falta de ritmo. Para ello, deberás ensayarla docenas de veces hasta soñar con ella si es necesario y no equivocarte en el sueño. Si fallas en el escenario, eso te restará puntos. Si tienes pánico escénico, deberás trabajar en reducirlo antes de siquiera intentar competir. Recuerda que has esculpido tu cuerpo y te anotarás en una competición para que el mundo admire tus logros. No los escondas.

    5) Practica ante público antes de salir al gran evento:

    No cometas el error de que la competencia sea la primera ves que te enfrentas al público, porque es muy difícil salir airoso de la primera experiencia. Llama a parientes, amigos, vecinos, compañeros de entrenamiento y practica frenta a ellos, si es posible en grupo. La costumbre hace a la perfección.

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